Día once "no más lágrimas"

Un día lleno de situaciones curiosas, fui a hacer un envío al palacio de correos, ahí lo vi y la reacción fue un fuerte abrazo bien correspondido, que duró unos 3 minutos, reconfortante y revitalizador, acompañado de un par de lágrimas, de ahí a formar e para las estampillas y luego el envoltorio, en eso me llamo un amigo que andaba por el rumbo y paso a visitarme, aunque fue breve me dio mucho gusto saludarlo, ya por fin salí de todo el merequetenge y se despidió, así que quedamos solos y fuimos a comer, y empezamos a platicar y platicar, de ahí a recoger a kira de su baño y luego a casa por sus cosas, fue un tanto difícil pero me siento feliz de que lo nuestro no término por un pleito, si no por un crecimiento para ambos, necesitamos nuestros tiempos y aunque no quiera aceptarlo, nececito el tiempo sólo para mi... Buena suerte y desde hoy no más lágrimas.